viernes, 22 de abril de 2011

Ayuda a tu planeta


2 comentarios:

Unknown dijo...

Cuando se infringen los reglamentos de armonía suprema, la naturaleza, cual patrono excepcional, antes de suspender de plano sus presentaciones, siempre nos da previo aviso elocuente y reiterado. Los venezolanos hemos desoído mil veces ese alerta. Algunos de los ríos que Codazzi clasificó como navegables se pueden cruzar en estos días a pie enjunto, con unos cuantos brincos de piedra en piedra; y aún en invierno, ya no llevan nunca aquellas crecidas imponentes de principios de siglo. Los lagos menguan. Pocas lagunas resisten con agua, hasta los primeros chaparrones de abril; manantiales y quebradas que nunca se agotaron exhiben sus álveos blancuscos, como chicanos del paisaje. Los jagüeyes escurren sus últimas gotas. Desde todos los horizontes nos viene el lacónico parte trascendental está cayendo menos lluvia sobre la tierra. Alberto Arvelo Torrealba.

Unknown dijo...

Sin la luz
de aquellos árboles

Dios es otro.

Antonio Yrujillo.