, a primera vista se puede observar acuerdos superiores a los logrados en el anterior encuentro en
de Estados Unidos no permitió avances de ningún tipo.
Pero la postura de
Bolivia y de otros gobiernos aliados rechazando lo acordado en México es una nueva alerta sobre el futuro del planeta.
A esta posición se deben sumar las denuncias y propuestas realizadas por la
organización internacional Vía Campesina, que llamó a retomar los puntos aprobados durante la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en
Cochabamba.
En esta reunión donde
participaron miles de personas y fue convocada por el gobierno de
Bolivia, es donde se expresaron hasta el momento las posturas más lúcidas y reales sobre las formas para detener el cambio climático.
Por el lado de las potencias mundiales, sea Estados Unidos, China o Japón, en
Cancún se pudo lograr el compromiso de que reduzcan las emisiones de
CO2.
También se aprobó un Fondo Verde de 100 mil millones de dólares hasta 2020 para combatir el
calentamieno global en las naciones pobres, aunque todavía no es claro de dónde saldrán esos recursos ni a qué naciones se otorgarán.
En el documento final de
Cancún, los países de la
ONU se
comprometieron a evitar una subida de más de 2 grados centígrados de la temperatura media del planeta y se congeló la decisión sobre la prórroga del Protocolo de
Kioto más allá de 2012.
En la próxima Cumbre Climática, que tendrá lugar en
Durban,
Suráfrica, en diciembre de 2011, se tomará la decisión si el tratado continúa o se da por terminado.
Si bien las delegaciones diplomática en
Cancún coincidieron en que los acuerdos son un avance, queda flotando la postura de
Bolivia que, a través del presidente
Evo Morales, denunció en más de una oportunidad que se continúa sosteniendo el mismo esquema de
mecantilización de la naturaleza.
A esto se suma que el tema de fondo que es
calentamiento global se busca desviar con la aprobación de aportes económicos de las potencias mundiales hacia naciones en desarrollo.
El canciller cubano,
Bruno Rodríguez, respaldó el planteo boliviano diciendo que la delegación de ese país habla “a nombre de los pueblos de nuestra América y merece
consideración y reconocimiento en la opinión de Cuba”.
Los países del Alba -expresó
Evo en
Cancún- están junto con las fuerzas sociales, lo cual es una ventaja para los pueblos de la región, acogiendo las conclusiones de la primera conferencia mundial de los pueblos sobre el cambio global y a su vez, asumiendo la responsabilidad de defender esas conclusiones de los países de la región, puntualizó.
En tanto, durante el encuentro en el balneario
mexicano se realizó el Foro Global por la Vida y la Justicia Ambiental y Social, donde participó el propio presidente Morales.
En las conclusiones de este espacio que reunió
representantes de todo el mundo y
organizaciones como Vía Campesina, se dejó en claro que el objetivo de los países industrializados es la comercialización de los recursos naturales para beneficiar a las grandes
transnacionales.
La denuncia apuntó a que la actual crisis climática, no es otra cosa que la consecuencia de la actual crisis del sistema capitalista y que ambas deben ser abordadas en conjunto.
Pero desde el Foro se levantaron propuestas concretas como retomar las iniciativas de
Cochabamba, asumir la responsabilidad colectiva con la madre tierra, cambiar los patrones de desarrollo de las estructuras económicas y enfrentar la voracidad de las
transnacionales.
Otro de los llamados fue para que los países que mayor contaminan el ambiente sean los que mayor responsabilidades asuman y reduzcan
drásticamente sus emisiones de
CO2.
Esto último fue, tal vez, lo más difuso de las
resoluciones de la Cumbre de
Cancún, porque a través del mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (
REDD), las potencias compran y negocian con las necesidades de los países pobres, a los que les pagan para compensar la
contaminación que generan las grandes industrias.
El final de la Cumbre de
Cancún dejó, en general, mejores
espectativas que el fracaso de
Copenhague, pero también mostró muchos puntos oscuros donde Estados Unidos sigue siendo el mayor
contaminante mundial sin importarle las consecuencias.
Además se pone nuevamente sobre el tapete si el propio planeta podrá resistir, mientras los avances
diplomáticos se dan a cuentagotas, o si la salida más justa y necesaria es el cambio radical impulsado por
Bolivia y un
sinfin de movimientos sociales que reclaman posturas concretas para detener los abusos sobre la Madre Tierra y su creciente
privatización.
http://www.avn.info.ve/node/33750